miércoles, 26 de febrero de 2014

De Valencia a Londres. ¿Pésimo recorrido para un sueño? (IV).Una ducha en "La petxina "

3 euros y 150 km. Éso fue lo que me costó encontrar la primera ducha que tomé durante la performance. Los camioneros saben que en las áreas de repostaje de las autopistas suelen tener ése servicio. Pero arrancando por la pista de Silla, una de las salidas de Valencia hacia el sur, no pude encontrar ningún restaurante o gasolinera donde asearme correctamente. Por suerte, una vez me dirigi hacia Madrid por la A-3, unos amables militares, del cuerpo de la guardia civil, me indicaron donde podía hacerlo. Me parece recordar que estaba en la salida 37 o la 39. La sociedad moderna, civilizada y con todo tipo de servicios al alcance de un botón no le da importancia a ciertas cosas, pero el agua caliente és un placer que también a muchos animales no humanos les encanta.
fuente: wikipedia


No me importó hacerme ese recorrido, ya sin la visita a la pista de Silla, incluso una segunda vez, el día final de la actuación. Pero entre una y otra, intenté averiguar donde, sin pedir caridad ni asistencia, podia asearme de nuevo. Me indicaron que en Casa Caridad tenían ese servicio, pero como digo no quería asistencia. Pedía un sitio donde tomar una ducha, pagando, pero a un precio razonable. En alguno de mis viajes a Madrid he utilizado las que hay en la Plaza de Embajadores y recuerdo haberlo hecho por 15 céntimos de euro. Me gustaría que un lugar así fuera obligatorio en todas las ciudades. Tal vez no a ése precio, pero la automatización de los aseos públicos, que después de cada servicio se higienizan, me hace creer que en algún momento exisitirá algo parecido con las duchas.
Pero no lo encontré. Pregunté en algún hostel si me dejarían, a cambio de moneditas, usar las suyas, pero sin éxito. Sin embargo, en Casa Caridad, si que me indicaron la existencia de un centro deportivo cercano, El complejo deportivo-cultural "La petxina" (La concha). Os puedo informar que en dicho centro, hacer una hora de ejercicio o tomar un baño en su piscina de 25 metros cuesta solo 1,5 euros. Pero acordaros de llevar chancletas y gorro para la piscina, o no os dejarán usarla. A mi no me importó y tomé mi ducha. Pero que no te pudas afeitar una vez acabado el ejercicio és un problema. Por éso decidí que para el último día la ducha no la tomaría en ese lugar. Éso, y que a las 10 cierran las instalaciones. En el restaurante se puede usar la ducha a partir de las 6 de la mañana y hasta las 2 de la madrugada.
Durante mi visita al complejo, estuve hablando con uno de sus directores, sobre el poder de rehabilitación que el realizar actividades deportivas representa para las personas con deficiencias, dependecias y extrusión social. Pero como siempre llegamos al mismo problema. El dinero. No saber quien va a pagar por el uso y mantenimiento de unos centros tan complejos no ayuda a ponerlos a disposición de los más necesitados. La crisis prioriza recursos, pero también endurece corazones tan rapidamente como desvincula aportaciones monetarias a proyectos de ayuda.
Otro problema también es la  "imagen". Los que se pueden permitir el pagar cuotas mensuales o diarias por el uso, que gente sin recursos los tengan gratis no les agrada. Pero menos el compartir agua, duchas, máquinas de gimnasio, etc... Los necesitados bien, les doy dinero, les ayudo, pero cuando esté en mi territorio que permanezcan lejos de él. El primer paso para reintegrar en la sociedad con el deporte a los más preparados, en centros ya existentes, pasa por su aspecto y actitud. Para que no se les note que son indigentes. Pero éso se contradice en si mismo, ya que el deporte les ayudaría a superar las primeras etapas de desconfianza. Vamos, la pescadilla. Si quieres usar el "mens sana in corpore sano", pero no pareces normal, destacas y no gusta. Si no puedes hacer deporte de una manera "normalizada" tu integración es más prolongada, y probablemente imposible. Que los demás te separen, directa o indirectamente, en los inicios de una rehabilitación genera aún más sentimiento de rechazo a la misma. En todo caso indicar que és mi opinión, no científica, ni contrastada. Pero una lástima que seamos así, ya que el centro es bellísimo, y muy preparado para ayudar, seguro, a los montones de individuos que en estos momentos estarían encantados con poder usarlo para su recuperación psicológica. Antes sin embargo hogar y trabajo, pilares sin los que no hay nada que hacer.


[continuará....]
p.d. cuando encuentre un ordenador fuera del manicomio. Hoy me envían a un hostel en espera del juicio.

p.s. Dedicado a Stefan, compañero estos días, y que en una de mis salidas a tomar el aire he encontrado tomando aire también, pero él lo hacía de una botella de gas, de las que sirven para recargar los mecheros. Le habían dado el alta esta mañana. Sin un lugar donde ir, algo que hacer y alguien en quien apoyarse ¿qué esperan que haga una persona?. España a mi parecer está peor. A la gente con estos problemas se les unen los que están arrojando a la calle solo por falta de trabajo. Pero el final del camino és muy parecido.
No puedo quedarme parado. Pero moverme a mi manera me metió en una cárcel 7 días y en este hospital mental 3 semanas. Intuyo que la próxima no vez acabará tan rapidamente.





























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