miércoles, 12 de febrero de 2014

4 Falsos motivos para viajar a Londres + 1 realmente importante. Buscando al inversionista en su exílio.

El puente de Westminster, sin apenas turistas. | C. F Fuente "el mundo"

Para mi viaje a Londres podría daros muchisimas justificaciones. La de perder peso, después de unas navidades demasiado opíparas, hubiese podido ser una. Pero como ya comentaré en otro blog o artículo dedicado a la performance "L'Almoina", lo que menos hice durante el "Sol Invictus" cristiano fué comer en demasía. Así que, aunque he perdido diez quilos, no parecería adecuado darle más importancia. Y solamente apuntar, a los obesos por vagancia, que lo de caminar todo el día ayuda a adelgazar. Pero no, eso lo podemos hacer en nuestra  casa, sin necesidad de gastar dinero.


El segundo motivo que se podría argumentar es el de aprender un idioma. Ciertamente, más adecuado en primera instancia que el anterior. Al menos para aprender otras lenguas, yo siempre he escuchado que lo mejor es ir al país de origen. Pero como argumento también falla. No se habla únicamente inglés en Londres, ni en Inglaterra. Me hubiese resultado más atractivo viajar a Escocia, donde no estuve en mi anterior visita a UK. Lo verde me atrae de otra forma que el cemento. Y la posibilidad de intercambiar opiniones sobre su proceso de independencia es altamente motivador para mi intelecto. No quiero decir con eso que no lo tuviera en la mente todo el rato. Varias de las performances que realicé buscaban interactuar con los londinenses, y aprender inglés de una manera diferente. Para explicarme un poco mejor. A quedarse parado en la calle, con un pedazo de cable, y preguntar a los que pasan el nombre de la toma de tierrra en ingles ("earth") o destornillador ("screwdriver") no es a lo que te enseñan en una academia de idiomas.


El siguiente motivo que podría dar es conocer Londres. Viajar, recorrer lugares interesantes, su gastronomía (ejem...), su cultura. Vale, todo lo que se dice cuando se intenta justificar el salir al extranjero, en lugar de recorrer tu país, que por cierto tiene otras lenguas que no conoces, otros lugares que no conoces, otra gastronomía que no conoces, otras gentes que no conoces, otra cultura que no conoces, ¿Sigo con lo que desconoces de España?. A la gente que dice dejarlo para cuando sean mayores les preguntaría si preferirán subir las cuestas de Morella, o del castillo de Peñiscola cuando les achaque el reuma o la artritis. Y no nombro a otras ciudades porque a mí lo de hacer país me enseñaron que se empieza haciéndolo por tu casa. El que quiera puede hacer su aportación en los comentarios, que para eso están. 

Por último, el falso motivo que hizo decidir la ciudad de Londres, para  la performance, fue el de visitar a un antiguo compañero de instituto, al que no veía por más de 25 años. De todos los anteriores, és el único lo suficientemente importante como para hacer que fuera Londres, y no otra ciudad del mundo, donde realizaría la actuación de "2014 The End". Las oficinas centrales de su empresa, así como su domicilio están en la capital británica. Pero realmente es un argumento erróneo. Si hubiese querido contactar, por correo electrónico, teléfono, videoconferencia, linkedin, u otros medios que hubiese podido utilizar, habría sido más fácil que venir a Londres a intentar un encontronazo casual. 


El verdadero motivo, que puedo encontrar cuando me psicoanalizo (un ratito, que si lo hago por mucho tiempo encuentro respuestas hasta a que significa para los excrementos de mi cuerpo el momento actual de sobreexplotación y consumismo) es que necesitaba moverme, hacer algo diferente a quedarme en mi casa, lamentándome de mi situación, de la de mis vecinos, o por que no, del país. 
Para mí, salir a buscar algo, significaba acción, demostrar que realmente se pueden cambiar cosas, pero desde la actuación, no desde el visionado. Las películas están bien para verlas, tanto en el cine como en el salón de tu casa (especialmente en estos). Pero para cambiar el mundo no podemos ser simples espectadores. Si nos metemos en ese papel, entonces cualquier película que nos pongan la aguantaremos hasta el final. Yo en toda mi vida únicamente me he ido de una sala de cine sin ver el final de úna. Fué la tercera de los inmortales, infumable en algunos momentos, y no aguanté. Pero por lo demás, no solemos irnos en medio de un pase, por lo que seguramente, si hacemos lo mismo en la vida real, nos vamos a quedar a ver como destruyen nuestro sistema de pensiones, al que pongo en último lugar de lo que se carguen, ya que anteriormente habremos presenciado, sino lo estamos haciendo ya, el desarme de la sanidad, la inoperancia dirigida de la justicia y por supuesto la nueva esclavitud provocada por la globalización. 

Vine a Londres, para intentar llamar la atención de los miles de españoles que, para fortuna nuestra, son suficientemente adinerados y están trabajando en el extranjero. Para que mediante proyectos interesantes y atractivos, se decidan a volver a invertir en nuestro país. 
A mi modo de ver dará lo mismo donde lo hagan, ya que mi percepción del mundo, del tiempo y de la humanidad tal vez sean diferente a la de la "normalidad" de mis compatriotas. Pero que me de igual no significa que no lo intente para mi país en primer lugar. Todo lo que he vivido en Valencia primero, Barcelona después, y por último aquí en Londres, me obliga a tomar partido. A no dejar que el sufrimiento de toda la gente que está saliendo forzada a la calle, incluso para pedir por sus mascotas (no poder darle medicación a tu perro debe ser parecido a no poder hacerlo por un hijo, al menos cuando lo has cuidado desde cachorrito) se quede ahí sin intentar ponerle solución.

No se que hace quedarse a un indigente en la calle 12 años, pero os aseguro que a los que llevan menos de uno se les puede encontrar una salida si nos damos prisa en abandonar esta "falsa" crisis. Si lo hacemos a paso de tortuga, llevarán ahí cinco para cuando les toque el turno, y serán irrecuperables. Los veremos ya siempre al lado de la iglesia, en la puerta del mercadona, o tirados en los bancos del río de por vida.
Y ahora os hago la pregunta  ¿Moveriais el culo del sillón para cambiar éso?. Pues yo también.







1 comentario:

  1. Me alegro de que tu viaje haya sido tan rico en reflexiones y divertido en su contenido.
    Yo no puedo opinar sobre la sociedad inglesa dado que nunca he vivido ahí pero conociéndote me aparece un tímida sonrisa ya que a veces tienes salidas irónicas y muy divertidas, un abrazo.

    Pd. Cuando descubras como ven eso del independentismo los escoceses y los ingleses de primera mano, me gustaría comentarlo.

    ResponderEliminar